LA MISTERIOSA
Se cuenta, en una aldea de España, en tiempos no muy lejanos había una mujer. Sí, le decían la misteriosa. Aquella mujer, llamada Martina Pérez, era muy buena y normal, bueno al menos eso parecía…
Hacía seis meses, o sea el día 06/06/06 había muerto una mujer de veinte años. Nadie sabía como había muerto, pero un viejo chamán aseguraba que se le había aparecido el diablo y la había matado.
Bueno, resulta que Martina Pérez había llegado seis meses luego de la muerte de esta chica y tenía un extraño parecido con ella, pelo largo y lacio, de color negro y piel muy blanca y siempre con un vestido negro. Pero había algo distinto en Martina que la otra chica no tenía: Martina usaba siempre vestidos que le tapaban los pies. Nunca los mostraba y tenía una altura increíble. Tampoco nunca salía de su casa. De ahí su apodo “La Misteriosa”.
Una noche Martina decidió ir a una fiesta, allí conoció a un chico, de quien se hizo gran amigo. Luego vio al chaman, al principio se alegró, pero luego observó que la miraba fijamente…
Después de esa fiesta pasaron varios meses, para entonces Martina y el muchacho ya se habían puesto de novio y el chamán ya había descubierto el secreto de la chica. La gente del pueblo se había fijado en que ella era muy mala con todos, así que le fueron a preguntar al viejo chamán. Cuando se lo preguntaron él se puso como loco. Les gritó a todos que se fueran y les cerró la puerta en la cara.
La gente del pueblo se enojó y fue a decirle al viejo que no tenía por qué tratarlos así. Un hombre le dijo:
- ¿Quién se cree usted para tratarnos mal?
- Yo no me creo, respondió el viejo, es lo que soy ¡Soy el Diablo! Y Martina es mi discípula. Ahora ya saben todos mi secreto, así que váyanse, gritó el chamán.
Desde entonces el pueblo nunca volvió a ser como antes…
FIN
2010 Copyright Clarina Aldea
Hacía seis meses, o sea el día 06/06/06 había muerto una mujer de veinte años. Nadie sabía como había muerto, pero un viejo chamán aseguraba que se le había aparecido el diablo y la había matado.
Bueno, resulta que Martina Pérez había llegado seis meses luego de la muerte de esta chica y tenía un extraño parecido con ella, pelo largo y lacio, de color negro y piel muy blanca y siempre con un vestido negro. Pero había algo distinto en Martina que la otra chica no tenía: Martina usaba siempre vestidos que le tapaban los pies. Nunca los mostraba y tenía una altura increíble. Tampoco nunca salía de su casa. De ahí su apodo “La Misteriosa”.
Una noche Martina decidió ir a una fiesta, allí conoció a un chico, de quien se hizo gran amigo. Luego vio al chaman, al principio se alegró, pero luego observó que la miraba fijamente…
Después de esa fiesta pasaron varios meses, para entonces Martina y el muchacho ya se habían puesto de novio y el chamán ya había descubierto el secreto de la chica. La gente del pueblo se había fijado en que ella era muy mala con todos, así que le fueron a preguntar al viejo chamán. Cuando se lo preguntaron él se puso como loco. Les gritó a todos que se fueran y les cerró la puerta en la cara.
La gente del pueblo se enojó y fue a decirle al viejo que no tenía por qué tratarlos así. Un hombre le dijo:
- ¿Quién se cree usted para tratarnos mal?
- Yo no me creo, respondió el viejo, es lo que soy ¡Soy el Diablo! Y Martina es mi discípula. Ahora ya saben todos mi secreto, así que váyanse, gritó el chamán.
Desde entonces el pueblo nunca volvió a ser como antes…
FIN
2010 Copyright Clarina Aldea
ILUSTRACIÓN
2010 Copyright María Paula Aldea